La languida tibieza de tu mirada perdida
inspira la bondad de los que te ven.
Con tu eterea figura dibujas
al pasar, orbitas de luz
en la constelación del hogar.
Mirarte es comprender que existe la bondad...
Tu perfume de flor nueva
envuelve las almas en un alo de paz.
Tu alegria sumerge al espíritu
en la esperanza de
que todo, se puede lograr.
F. Navarro
1 comentario:
Sensiblilidad, delicadeza, relato que te envuelve y te despierta sensaciones.
Espectacular un un saludo.
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